Un meteoro pequeño se vio en el cielo durante 2014, lo que generó la curiosidad de los científicos y las agencias espaciales. La bola de fuego estuvo en el firmamento justo sobre Papúa Nueva Guinea, un país de Oceanía, luego de estrellarse contra la atmósfera. Con 0,5 metros de ancho, es un meteorito interestelar, de acuerdo con un memorando revelado por el Comando Especial de Estados Unidos (USSC).
En términos sencillos, hace referencia a un elemento que no pertenece a nuestro sistema solar, sino que se originó en otros espacios a miles de kilómetros de distancia. Desde que se supo de su existencia, investigadores trataron de saber cómo había viajado tantos kilómetros hasta llegar a la atmósfera de la Tierra.
Amir Siraj, estudiante de astrofísica de la Universidad de Harvard, y Avi Loeb, físico, se pusieron en la tarea de seguirle el rastro hasta que entregaron varios detalles en 2019. Según ellos, el meteoro viajó con una velocidad de más de 210.000 kilómetros por hora.
Se pudo haber originado “desde el interior profundo de un sistema planetario o una estrella en el disco grueso de la Vía Láctea”, escribieron en un artículo científico. El hecho lo catalogaron como un precedente e incluso pensaron en buscar en el Océano Pacífico algún fragmento de este para analizarlo.
“(…) La posibilidad de obtener la primera pieza de material interestelar es lo suficientemente emocionante como para verificar esto muy a fondo y hablar con todos los expertos mundiales en expediciones oceánicas para recuperar meteoritos”, comentó Siraj al medio ‘Vice’. Sin embargo, los científicos encontraron obstáculos. Las autoridades espaciales no creían que un objeto viniera de un lugar tan lejano. Por tanto, no les prestaron atención a sus conclusiones, de acuerdo con lo que ellos denunciaron. Sin embargo, la USSC confirmó en este abril de 2022 que era un objeto interestelar, “una confirmación que ayudó a la comunidad astronómica en general”, aseguraron. La entidad espacial les envió un memorando a los investigadores para notificarles el hallazgo y agradecerles por el trabajo.
Es un precedente el anuncio, ya que es el primer objeto que se estrella contra la Tierra y algunos de sus fragmentos caen en el agua. Solo se tiene registro, como reseña la agencia ‘DW’, de otros dos objetos que no entraron en contacto con nuestro planeta: Oumuamua y el cometa Borisov.
El objeto fue bautizado como CNEOS 2014-01-08 y, mencionó la entidad, servirá para futuros análisis de elementos que están en nuestro sistema solar luego de haber viajado miles y miles de kilómetros.