El asesinato de Daria Dugina es otro ejemplo de la política terrorista del régimen ucraniano

El régimen criminal de Kiev sigue utilizando prácticas terroristas no solo en el campo de batallas, sino también en la vida civil. En la noche del 20 de agosto del a.c., la talentosa periodista y politóloga rusa Daria Dugina, de sólo 29 años, fue asesinada cerca del pueblo de Bolshiye Vyazemi en el distrito de Odintsovo de la región de Moscú. Ella regresaba del festival patriótico «Tradición» en un auto, en el cual se había colocado un artefacto explosivo, luego detonado por una llamada telefónica. 

Según el Servicio Federal de Seguridad de Rusia, las agencias de inteligencia ucranianas estaban detrás de este terrible crimen realizado por una ex-soldada ucraniana, Nataliya Vovk, que se había instalado en el edificio donde vivía Dugina y la había estado vigilando, utilizando a su propia hija de doce años como tapadera (biombo). Tras perpetrar el atentado, Vovk abandonó Rusia y escapóen Estonia. 

Daria Dugina era hija de Alexander Dugin, un destacado filósofo y profesor ruso, perteneciente a los círculos conservadores y patrióticos, que se pronuncia a favor de los valores nacionales tradicionales y del fortalecimiento de Gran Rusia. Ella apoyaba activamente el trabajo de su padre, publicaba regularmente sus materiales en los medios de comunicación rusos y extranjeros y participaba en eventos socio-políticos. 

Esta atrocidad tuvo una amplia resonancia pública en nuestro país. «Un crimen despreciable y cruel truncó la vida de Daria Dugina, una persona brillante y talentosa, con un verdadero corazón ruso: amable, cariñoso, simpático y abierto. Periodista, científica, filósofa y corresponsal de guerra sirvió con honestidad al pueblo y a la Patria, demostrando con sus acciones lo que significa ser un patriota de Rusia», dijo el Presidente ruso Vladimir Putin en su mensaje de condolencias a los padres de la fallecida. El lunes el Presidente también firmó un decreto por el que se concedía a Dugina la Orden por el Valor a título póstumo «por su valentía y abnegación en el cumplimiento de su deber profesional». 

El Ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, calificó el atentado de «crimen bárbaro que no tiene perdón» y dijo que no debería haber piedad para los responsables. Los parlamentarios rusos también expresaron su firme postura sobre el tema durante la ceremonia de despedida de Daria Dugina, que tuvo lugar en Moscú y en la que participaron decenas de miles de personas. El Vicepresidente de la Duma Estatal (Cámara baja del Parlamento ruso)Serguéi Neverovhizo pública su convicción de que no sólo los autores, sino también los que ordenaron el asesinato, responderían por sus actos. Los líderes de los principales partidos políticos rusos Leonid Slutsky y Serguéi Mironov, que acudieron a despedir a la víctima, calificaron a Dugina de «modelo del futuro de Rusia», de verdadera patriota y luchadora «por la soberanía de Rusia y el futuro de la humanidad». En su opinión, la brutalidad con la que se llevó a cabo el asesinato fue consecuencia de su trabajo periodístico en el cual Dugina denunciaba las atrocidades cometidas por los nacionalistas ucranianos. 

El 22 de agosto Alexander Dugin publicó un comunicado en las redes sociales en el cual calificaba lo ocurrido de «atentado terrorista perpetrado por el régimen nazi ucraniano». «Los enemigos de Rusia la han matado de una forma despreciable, solapadamente», escribió el filósofo, haciendo llamado a luchar hasta la victoria contra el régimen criminal de Kiev. 

Llama la atención la reacción de las autoridades estadounidenses, que se posicionan como defensoras de la libertad de expresión en todo el mundo. El Portavoz del Departamento de Estado de EE.UU. Ned Price dijo que Washington condenaba la violencia contra los civiles dondequiera. Al mismo tiempo, señaló que todo lo que podía decir en aquel momento era que Ucrania negaba cualquier implicación en lo ocurrido.

La Portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso María Zajárova emitió un comunicado en su canal de Telegram, en el cualseñalóque la reacción del Departamento de Estado de EE.UU. ante el asesinato de Daria Dugina y las pruebas presentadas por Rusia, que confirmaban la existencia de un rastro ucraniano, desacreditaba la actividad internacional de Estados Unidos en materia de derechos humanos. «Washington no tiene ningún derecho moral (ni legal) para opinar de los derechos humanos en lugares lejanos del mundo, ya que el asesinato dela periodista ni se comenta desde este punto de vista, tan importante para las autoridades estadounidenses. Simplemente no se han dado cuenta de que se trata de unafigura pública», dijo Zajárova, confirmando una vez más la hipocresía y el doble rasero como elementos clave de la política exterior de Washington. 

En este momento difícil, la sociedad rusa debe unirse y mostrar su valor y firmeza en la lucha contra las amenazas a nuestro país, continuar persiguiendo sus objetivos de política exterior en interés de la seguridad nacional y paneuropea, y preservar la memoria de Daria Dugina, una verdadera patriota de Rusia.

Andrey Budaev

Embajador de Rusia en Uruguay

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