Mientras dirigía los servicios del Domingo de Ramos en la Plaza de San Pedro, el primer servicio desde 2019 al que se le permitió asistir al público en la plaza después del levantamiento de las restricciones de covid-19, el papa Francisco condenó la guerra en Ucrania, calificándola de «una guerra que cada día pone ante nuestros ojos masacres brutales y crueldad cometida contra civiles desarmados». “Guarden las armas, inicien una tregua pascual, pero no para recargar las armas y empezar a luchar de nuevo, no”, dijo el pontífice. «Una tregua para lograr la paz, a través de negociaciones reales, dispuestos también a hacer algunos sacrificios por el bien de la gente».
«De hecho, ¿qué victoria tendrá el que planta una bandera sobre un montón de escombros?», añadió el papa. «Nada es imposible para Dios». En su homilía, el papa Francisco condenó «la locura de la guerra» y se refirió a los muertos en los combates, así como a los refugiados que huyen de la violencia. “Cristo está una vez más clavado en la Cruz en las madres que lloran la muerte injusta de maridos e hijos”, afirmó Francisco. “Está crucificado en refugiados que huyen de las bombas con niños en brazos”.
Agregó: «Está crucificado en los ancianos dejados solos para morir; en los jóvenes privados de un futuro; en los soldados enviados a matar a sus hermanos y hermanas».
Rusia: «preparan ataques de falsa bandera»
«El Gobierno ucraniano, con la ayuda de varios países occidentales, prepara asesinatos en masa de civiles para culpar de estas atrocidades al Ejército ruso y a las fuerzas de la República Popular de Lugansk (RPL)», declaró el coronel general Mijaíl Mizíntsev, jefe del Centro para la Gestión de la Defensa, adjunto al Ministerio.
«Kiev, con el apoyo de varios países del Occidente colectivo, sigue preparando acciones monstruosas y despiadadas con masacres de civiles en la República Popular de Lugansk para acusar a las Fuerzas Armadas rusas y a las formaciones del RPL», dijo el general según informa la agencia Sputnik.
En particular, precisó Mizíntsev, «los reporteros de los medios de comunicación extranjeros ya han llegado a un hospital local en la ciudad de Kremennaya, en la región de Severodonetsk, con el fin de filmar una puesta en escena diseñada por las tropas ucranianas que implicaría que las ambulancias fueran atacadas por fuerzas presentadas como tropas rusas».
Además, dijo «las autoridades ucranianas planean montar una operación de falsa bandera con una filmación escenificada de la búsqueda y apertura de fosas comunes de civiles supuestamente asesinados por militares rusos en el pueblo de Ragovka, en la región de Kiev».