Los primeros registros históricos de una cooperativa datan de 1761 cuando en la localidad de Fenwick, Escocia, el 14 de marzo en una casa de campo apenas amueblada algunos tejedores de la zona escondieron un saco de avena que posteriormente se trasladó a la casa de John Walker donde comercializaron el producto a un precio reducido. Esto dio origen a la Sociedad de Tejedores de Fenwick.
Lo cierto es que, según destaca la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), existen muchos datos que confirman que las cooperativas comenzaron desempeñándose, a mediados del siglo XIX, como pequeñas organizaciones comunitarias en Europa occidental, Norteamérica y Japón.
Pero sin duda que los Pioneros de Rochdale son considerados los precursores de las sociedades cooperativas modernas, además de ser valorados como quienes fundaron el movimiento cooperativo en 1844. Ese año, un grupo de 28 artesanos que trabajaban en las fábricas de algodón de la localidad de Rochdale, situada en el norte de Inglaterra, montaron la primera empresa cooperativa moderna llamada Sociedad Equitativa de los Pioneros de Rochdale.
Estos trabajadores padecían condiciones de trabajo miserables y salarios bajos, por lo que les era imposible solventar los gastos alimenticios y de artículos domésticos. Por esta razón fue que decidieron fusionar sus escasos recursos y comenzar a producir juntos, para lograr acceder a los bienes de consumo básicos a un precio más bajo.
Al principio solo había cuatro productos a la venta: harina, avena, azúcar y mantequilla. El grupo de trabajadores decidió que era hora de que se tratara a los consumidores de manera honesta, con transparencia y con respeto. A su vez, manifestaban que estos debían poder participar de los beneficios según su contribución y además debían disponer del derecho democrático de tomar parte en las decisiones del negocio.
Cada cliente de la tienda se convirtió en miembro de la cooperativa, lo que generó que cada uno de ellos gozara de un interés real en el negocio, por lo que utilizaban los excedentes en beneficio de la comunidad. Cuando surgió la idea, la cooperativa solo abría sus puertas dos tardes a la semana, pero a los tres meses, luego de un crecimiento explosivo, comenzó a funcionar cinco días a la semana. De esta manera es que se crearon las bases del movimiento cooperativo moderno.
Dieciocho años más tarde, en Alemania, Friedrich Wilhelm Raiffeisen y Franz Hermann Schultz-Delitsch desplegaron otra modalidad al crear las primeras cooperativas de crédito. A partir de ese momento, el modelo no ha parado de crecer y expandirse a otros sectores.
En ese marco, y con un movimiento que se desarrollaba a gran velocidad, fue que entre el 19 y 23 de agosto de 1895 se celebró el primer congreso de ACI, fundándose con el objetivo de representar a las cooperativas y proporcionar una voz global y un foro de conocimiento, experiencia y acción coordinada para cooperativas de todo el mundo.
+datos:
Al momento de crearse la Alianza Cooperativa Internacional se elaboró la Declaración de Identidad Cooperativa que incluye una definición, 10 valores y siete principios que rigen para las cooperativas y cooperativistas de todo el planeta. Se estima que en la actualidad ACI representa a 1.000 millones de miembros cooperativos.
