En noche de penales marrados, Peñarol le ganó a Boston River por la mínima y sigue con paso perfecto

Un tanto de Abel Hernández, que se estrenó como goleador, sirvió para que el “Carbonero” amarrara la victoria.

Peñarol recibió la visita de Boston River en el marco de la fecha 3 del Torneo Apertura con una única misión: mantener su paso perfecto por el campeonato y vencer al “Sastre” para asegurarse el liderato en la tabla por una jornada más.

El local saltó a la cancha con la intención de arrollar a un equipo visitante que venía con desgaste por jugar la Copa Libertadores durante la semana. Sin embargo, los de Daniel Farías plantaron cara y tuvieron la primera de gol en los pies de Olivera, quien sacó un flojo remate.

Arezo se anunciaba con peligro con un tiro libre que rebotó en la barrera y le quedó nuevamente para un remate del jugador surgido en River Plate, el cual contuvo de gran manera Silva.

Hasta cumplirse la veintena de minutos todos los intentos se limitaron a tiros de media distancia. Sin embargo, fue entonces cuando hubo la primera de gran peligro. En un centro al área Leonard Costa tocó la pelota con la mano y Leodán González, a instancia de del VAR sentenció el penal. Arezo lo ejecutó duro de pierna derecha, pero Silva lo desvió de gran manera a tiro de esquina.

El fallo le cayó pesado a Peñarol y sirvió para que la visita creciera. Fue así como 10 minutos después el “Sastre” tuvo el gol. Menosse derribó a Olivera tras sujetarlo y el principal sentenció el penal. El ex “Carbonero” Hernán Novick fue quien lo cobró, pero su tiro fue muy defectuoso y Thiago Cardozo lo contuvo.

Yerro, pero gol

Cuando parecía que el primer tiempo se iba con un empate a 0 apareció la del desequilibrio. Al 39’ Novick, que acababa de marrar su penal, le hizo falta a Abel Hernández en el área y se sentenció el tercer penal de la noche. La “Joya” fue quien asumió la responsabilidad del cobro y en su ejecución Silva lo volvió a atajar. Sin embargo, esta vez dejó un rebote que le quedó al delantero para que la mandara a guardar y abriera el marcador.

Segunda mitad de poco y nada

Para la segunda mitad ambos equipos echaron mano al banco para refrescar algunos puntos de preocupación.

Al 59’ la tuvo “Kike” Olivera, quien conectó un centro de Urretaviscaya de cabeza, pero su tiro se fue mínimamente desviado.

Los cambios seguían dándose en la cancha, pero la dinámica era la misma. Con el “rayo” como protagonista el “Sastre” buscaba el arco del “Carbonero”, pero la defensa del local no pasaba apuro alguno. A esas alturas, los de Arias le bajaban el ritmo al compromiso para llevar las acciones con mayor tranquilidad.

No obstante, la necesidad de la visita lo hacía buscar con mayor énfasis el arco rival y con poco generaba lo único que pasaría en el segundo tiempo. Al 87’ Silva levantó un centro perfecto para que Fernández cabeceara un balón que acarició el palo ante la mirada de Cardozo.

De contragolpe pudo liquidarlo Arezo al 90+2. El joven delantero recibió la habilitación de Rolan y quedó mano a mano ante el guardameta, pero no tuvo la puntería necesaria para superar a Silva, quien alejó el peligro en dos tiempos.

No habría tiempo para más emociones. Una vez más Peñarol se impuso sin lograr demostrar el mejor fútbol en cancha, pero contó con la capacidad necesaria para quedarse con la victoria y sumar su tercer triunfo al hilo.

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