El intendente de Montevideo, Mauricio Zunino, acompañado por la directora del Departamento de Cultura, Débora Quiring, otorgaron el pasado jueves 12 de junio un merecido reconocimiento a Fernando Núñez Ocampo, más conocido en el ámbito cultural como Lobo Núñez, al nombrarlo Ciudadano Ilustre de Montevideo. Este honor no solo destaca su trayectoria, sino que también pone de relieve la importancia de reconocer a aquellos individuos que han dejado huella en la construcción de la identidad de la ciudad y su sociedad.
El percusionista y luthier Fernando Núñez (el Lobo) pertenece a una tradicional familia candombera del barrio Sur de Montevideo, radicada allí desde hace casi 200 años. Como heredero de esa cultura, ha desarrollado una enorme carrera acompañando a grandes músicos uruguayos y también extranjeros.
La historia de Núñez es rica y significativa. Nació en Montevideo, específicamente en el barrio Sur, el 16 de febrero de 1956. Desde muy joven, se destacó como una figura prominente y referente del candombe, siendo reconocido tanto a nivel nacional como internacional por su dedicación a la transmisión del legado cultural de su comunidad. A lo largo de su carrera, ha sido parte de diferentes comparsas, destacándose en grupos como Esclavos de Nyanza y Morenada, donde ha aportado su talento y pasión por esta forma de arte.
A lo largo de su trayectoria, Núñez ha tenido el privilegio de tocar y grabar junto a numerosos artistas de renombre, tales como la banda Opa, el icónico Rubén Rada, Jaime Roos, y los hermanos Fattoruso, entre otros. Su influencia se ha extendido a través de su taller de fabricación de tambores, El Power, fundado en 1984, el cual ha recibido la visita de destacados personajes internacionales del ámbito cultural. Gracias a su tradición y la calidad de su trabajo, sus tambores han llegado a diversos países alrededor del mundo, incluyendo Argentina, Brasil, Cuba, Chile, Venezuela, Estados Unidos, México, Dinamarca, Suecia, Holanda, Australia, Bélgica, Suiza, Alemania, Francia, España, Portugal, Japón y Corea.
Uno de los logros más significativos de Núñez fue su papel como impulsor de la declaración del Candombe como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por parte de la UNESCO en el año 2009. Esta distinción no solo reconoce la importancia cultural del candombe, sino que también resalta su influencia en el ámbito artístico tanto a nivel nacional como internacional, consolidando la figura de Lobo Núñez como un verdadero embajador de la cultura uruguaya. Su legado perdura y continúa inspirando a nuevas generaciones en la celebración y preservación de esta rica tradición cultural.