Hay tantos significados que darle al perdón, pero el principal es esa decisión que nos libera de sentimientos negativos, al perdonar no solo rompemos esa última conexión con aquello que nos hace daño, sino que nos permitimos a nosotros mismos continuar sin dolor.
No existe una forma mágica de regalar o regalarnos una disculpa, muchas veces quien te hiere siquiera considera el mencionarlo. Muchas veces nos herimos nosotros mismos al esperar demasiado.
Pero la forma más sencilla de perdonar, empieza en ti, aunque también es la más difícil de asumir. Cuanto antes decidas perdonarte más pronto podrás romper esas cadenas que te aprisionan y te hacen sentir que tu camino es cada día más duro, el momento ideal para comenzar a perdonarte es ahora mismo.
Cuando buscas en lo más profundo de tu corazón esas pequeñas espinas que te lastiman aun sin que te des cuenta a diario tu alma, cuando logras identificarlas y decides soltar…. Inicia un proceso, el proceso de encontrarte a ti mismo y no permitir que este recuerdo, momento o persona vuelva a dañarte.
Cuando alguien te pregunta, ¿Por qué te perdonas? Podrías responder muchísimas cosas, quizás quedarte pensando un rato o probablemente todo el día. Podrías analizar tu conducta, lo que has hecho, lo que dejaste, lo que permitiste. Pero sin duda, tendrías un momento para reflexionar y te preguntarías, ¿Por qué es necesario perdonarte por ello?
¿Qué debo perdonarme y cómo hacerlo?
Hay muchas cosas por las cuales debes perdonarte, pero lo más importante es que realmente lo sientas, puedes disculparte contigo mismo en tu mente mientras meditas, escribiéndote a ti misma una carta o gritándolo en medio de una playa durante el atardecer, no importa el lugar, no importa la forma, lo realmente importante es que realmente estés dispuesta a perdonarte.
¿Y como empezar? Simple, empieza de la forma en que tu lo desees, hablando contigo misma y haciendo énfasis en esas heridas que deseas sanar, puedes iniciar tu ritual con alguna de las siguientes afirmaciones o con aquellas que creas que se adaptan a ti y lo que desees superar.
· Me perdono por las veces que me sentí insuficiente cuando realmente era demasiado para una persona o mi entorno mismo.
· Me perdono por las veces que permití que alguien me hiciese daño en nombre del amor.
· Me perdono por no haber creído en mí, pero darles alas a otros.
· Me perdono por haber sido codependiente cuando realmente yo soy quien siempre fue capaz.
· Me perdono por las veces que no deje ir, aun cuando estaba sufriendo.
· Me perdono por las veces que tomé una decisión y luego me arrepentí.
· Me perdono por poner la felicidad de otros por encima de la mía.
· Me perdono por dejar que un amor mediocre apagara mi luz.
· Me perdono por haber dejado de lado proyectos personales para ayudar a quienes no harían nada por mí.
· Me perdono por no haber hecho frente a algunas situaciones por el miedo al qué dirán.
· Me perdono por haberme castigado por algo que no fue mi culpa.
· Me perdono por no haberme alejado de los sitios donde no era valorada.
· Me perdono por esperar de los demás lo que yo daría por ellos.
· Me perdono por haber justificado el maltrato solo por creer en el amor
· Me perdono por todo aquello que permití que me hicieran y ahora me lastima.
· Me perdono por las veces que creí que podría decidir por alguien más.
· Me perdono por las veces que guarde rencor en mi corazón, cuando solo me hacía daño.
· Me perdono y perdono a todo aquel que hirió mi corazón y dejo cicatrices en mi alma.
· Finalmente, me perdono por las veces que intente no perdonarme porque solo eso necesito para estar bien y sanar.
Así que pregúntate ¿Hoy vas a perdonarte?
