Sheikh Hasina, la primera ministra de Bangladesh, dimitió este lunes tras 15 años ininterrumpidos en el poder, en medio de intensas protestas que han sacudido el país desde el mes pasado. La dimisión de Hasina, quien ha abandonado el país junto a su hermana, Sheikh Rehana, se produce en un contexto de creciente violencia y disturbios, con un saldo de cientos de muertos en las manifestaciones.
El jefe de las Fuerzas Armadas, Waker Uz Zaman, confirmó la renuncia de Hasina y anunció que se formará un gobierno interino de manera inminente. En un mensaje televisado, Zaman instó a la población a mantener el orden y respetar la ley. «Todas las muertes serán investigadas y los responsables serán llevados ante la justicia. Vamos a restaurar la paz en el país», afirmó el jefe militar, quien también hizo un llamado a la unidad y al diálogo para evitar más conflictos.
Zaman, que se reunió con líderes de los principales partidos políticos, enfatizó la necesidad de trabajar juntos para superar la crisis. «No voy a lograr nada peleando. Evitemos el conflicto», concluyó en su declaración, prometiendo que se tomarán medidas para garantizar la estabilidad y la justicia en Bangladesh.
La salida de Hasina del país se produce poco después de que miles de manifestantes hayan vuelto a salir a la calle este lunes a pesar del toque de queda impuesto por las autoridades en un intento por reducir la tensión. Cientos de personas irrumpieron en Ganabhaban, la residencia de la primera ministra, donde ya se están produciendo saqueos, además de vandalizar varios murales con su rostro.