La medicina social se centra en comprender cómo los determinantes sociales: entorno en el que vivimos, trabajamos y socializamos; influyen en nuestra salud. Estos elementos incluyen factores como la educación, el empleo, los ingresos, el acceso a servicios de salud, la vivienda y las condiciones de trabajo. Al estudiar estas variables, los profesionales de la medicina social pueden identificar y abordar las causas subyacentes de muchas enfermedades.
Un aspecto fundamental de la medicina social es que estudia a las poblaciones como colectivos, no solo como la suma de individuos aislados. Esto permite a los investigadores y profesionales de la salud comprender mejor si una enfermedad está relacionada con programas sociales específicos o si puede ser causada o agravada por estos programas.
La medicina social integra conocimientos de diversas disciplinas, como la epidemiología, la sociología, la psicología, la geografía y la economía de la salud. Por lo que recurre a la disciplina multidisciplinaria para lograr su objetivo. Conocer los factores determinantes sociales permite a los profesionales de la salud establecer acciones educativas y preventivas dirigidas a la población con el objetivo de conservar la salud colectiva.
Por ejemplo, al identificar que una comunidad con bajos ingresos tiene una alta tasa de enfermedades respiratorias debido a la contaminación del aire, se pueden implementar políticas para mejorar la calidad del aire y educar a la población sobre prácticas saludables.
Además, la medicina social fomenta la colaboración entre diferentes sectores, como la educación, el urbanismo y el trabajo social, para abordar los problemas de salud desde una perspectiva integral. Esta colaboración interdisciplinaria es esencial para desarrollar soluciones sostenibles y efectivas. La medicina social es una herramienta poderosa para mejorar la salud pública al abordar las causas subyacentes de las enfermedades relacionadas con los determinantes sociales. Al comprender y actuar sobre estos factores, los profesionales de la salud pueden contribuir significativamente a la creación de sociedades más saludables y equitativas.
Diferencias con la salud pública
La medicina social utiliza la investigación en ciencias sociales y humanidades para mejorar la práctica médica, la prestación de tratamientos y el desarrollo de políticas sanitarias. El trabajo en salud pública aplica los hallazgos de la medicina social para mejorar los servicios y la salud de las poblaciones.
Se suele decir que la medicina social está compuesta por la epidemiología social, la psicología social, la geografía médica, la sociología médica y la economía de la salud. En algunos lugares, se considera la rama académica de la salud pública, mientras que en otros se la ha definido como el puente entre la medicina y la salud pública.