Mujeres que marcaron la historia uruguaya

Un repaso de las menos recordadas de la mano de la profesora de Historia María Emilia Pérez Santarcieri.

María Emilia Pérez Santarcieri. Foto: Rodrigo Lozano

María Emilia Pérez Santarcieri es una de las referentes uruguayas en materia histórica. A los 18 años se inscribió en el Instituto de Profesoras Artigas (IPA) para cursar el profesorado de Historia y cuando estaba en tercer año (aún no tenía 21 años) fue convocada para hacer una suplencia en un liceo. Así fue como empezó a transitar por las distintas aulas de secundaria, el IPA, la Facultad de Derecho y la carrera en Ciencias de la Comunicación.

A través de su charla amena y sencilla logra cautivar el interés de quien conversa con ella o escucha sus columnas semanales en radio Sarandí, en la que participa desde 1983.

En su apartamento del barrio Pocitos, Pérez Santarcieri, que integra el selecto grupo de los cinco profesores eméritos del país, recibió a Diario La R con un objetivo: dar a conocer los nombres y detalles de algunas mujeres que marcaron la historia nacional y no son lo suficientemente recordadas.

“Desde la fundación de Montevideo hay tres mujeres que vinieron desde las Islas Canarias como jefas de familia: Sebastiana de Sáa, que es antepasada de la familia Penco, María del Rosario Ramos, antepasada de la familia Oliva, y Andrea de Morales. Hubo otras mujeres que vinieron con sus esposos e hijos, pero estas tres mujeres vinieron solas con sus hijos.

Además, de Morales es la primera partera que hubo en Montevideo, por lo cual muchos montevideanos nacieron gracias a sus buenos oficios. Entonces, me parece muy interesante señalar esto”, expresó al comenzar la entrevista.

Otra mujer recordada por Pérez Santarcieri fue Gabriela Alzaibar, sobrina de Francisco de Alzaibar, el primer multimillonario de Montevideo. Al morir soltero, su fortuna se dividió entre sus sobrinas. Por una serie de circunstancias, ella se alejó de Montevideo y le encargó a su esposo que maneje sus bienes, pero cuando regresó tuvo que litigar para que se los devuelva. “Que la mujer en Uruguay pudiera manejar sus bienes después de casada se dio muy entrado el siglo XX. Así que me parece que esas paradojas históricas nos tienen que hacer pensar mucho”, reflexionó.

A su vez, María Clara de Zabala, nieta de Bruno de Zabala, es otra de esas evocadas. “Siempre digo Bruno de Zabala porque él firmaba así, aunque desde que uno va a la escuela es Bruno Mauricio de Zabala”, subrayó. Ella se casó con Eusebio Vidal, con quien fundó la primera escuela para niñas de la Banda Oriental. “Allí les enseñaban a coser, a bordar, a rezar, etc., que era lo que estudiaban en esa época”, señaló.

A nivel educativo, otra mención se la llevó Luisa Domínguez, la primera mujer en presentarse para dar un examen en la Universidad. “Era una muchacha joven que se presentó apoyada por sus padres. El rector de la Universidad miró los reglamentos porque nunca se había presentado una mujer, encontró que no decía nada sobre que no podían hacerlo y le dieron el permiso. Como estudiaba en su casa y no tenía el contacto de las clases, pidió para dar el examen en forma privada y le dijeron que no porque los exámenes en la Universidad son todos públicos. Entonces, fue a dar examen y las personas que fueron a ver el fenómeno quedaron asombradas de que la muchacha salvó. Me parece importante porque abrió un camino”, argumentó.

“Elegí la primera escuela que se hizo para mujeres y la primera mujer que dio un examen en la Universidad porque muestra la importancia de la instrucción para el desarrollo de la mujer y su posible independencia. Eso me parece capital”, agregó.

Con referencia al arte, la profesora emérita destacó la figura de Trinidad Guevara, una destacada actriz nacida en Villa Santo Domingo de Soriano que triunfó en los escenarios más importantes de Montevideo y Buenos Aires. “Guevara tuvo amores juveniles y una hija con Manuel Oribe, cuando ella tenía 18 y él 24 años. Después, para poder actuar, dejó a la niña en manos de sus padres. De grande, su hija visitó a Oribe, se casó y murió joven”, dijo.

Sobre las mujeres que se dedicaron a la actividad política, evocó a Magdalena Antonelli y a Julia Arévalo de Roche, quienes fueron las primeras diputadas uruguayas, y a Sofía Álvarez Vignoli de Demichelli y a Isabel Pinto de Vidal, las primeras damas en ocupar un escaño en la cámara alta. Por su parte, invocó a Jorgelina Martínez, una de las primeras gremialistas y fundadora de la Convención Nacional de Trabajadores (CNT). “En las dos puntas de la sociedad teníamos mujeres que sufrieron las limitaciones que sufrimos todas, pero que no se pararon a pensar, sino que siguieron. Eso es lo que me parece importante”, remarcó.

Por último, recordó a las que se preocuparon por estudiar la situación de la mujer. “En nuestro país, Ofelia Machado de Bonet escribió un libro llamado ‘Hacia la revolución del siglo’ y evidentemente la gran revolución fue cómo la mujer cambió su situación. Machado Bonet era una profesora de secundaria que escribía y ganó premios, y hoy es olvidada. La otra persona que escribió muy bien es Alba Cassina de Nogara, una mujer batllista que escribía en el diario El Día y también hizo unas cuantas biografías de mujeres. Creo que el feminismo no tiene que ser solo la protesta, sino también el estudio”, puntualizó.

NOMENCLATURA MONTEVIDEANA

Desde 1991, Pérez Santarcieri integra la Comisión Especial de Nomenclatura de Montevideo, de la que más adelante se convirtió en su presidenta. En el año 2000, publicó el libro “Nombres femeninos en el nomenclátor de Montevideo: Recopilación legislativa y reseñas biográficas” donde narró que las mujeres accedieron lentamente al nomenclátor capitalino. “Hasta mediados del siglo XX solo 15 nombres habían sido elegidos. Dolores Pereira de Rossell, lo merece por todo lo que donó, y luego todos los demás son nombres literarios”, dijo a Diario La R.

A partir de la década del 60 se logró aumentar la cantidad de nombres femeninos en las calles de la ciudad. “Así aparecen maestras, poetisas, profesionales, pioneras, actrices, religiosas, luchadoras, víctimas y primeras pobladoras a las que se sumarían sin duda otras muchas mujeres valiosas”, acotó.

El 2 de octubre de 2019, la Junta Departamental de Montevideo (JDM) aprobó con 25 votos en 28 un proyecto impulsado por el entonces intendente Christian Di Candia que establece que de cada cuatro nombres de personas que se incorporen al nomenclátor, tres deberán pertenecer a mujeres.

Consultada acerca de algunos nombres que a su entender son fundamentales que integren el nomenclátor montevideano, nombró a: las Hnas. Bertolina y María, las primeras maestras que hubo en Uruguay; la escritora Emma Catalá de Princivalle; la creadora de la agrupación El Tinglado, María Esther Abelenda Pons de Mendizábal; Paula Knabl, la primera cirujana uruguaya; Adela Paretti, la primera partera diplomada; la actriz Luisa Vehil; Cecilia Güelfi, alma mater de los protestantes; y Lydia Indart, pianista, madre del músico Daniel Viglietti, entre otras.

Pie para foto: Foto: Rodrigo Lozano

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