La Asociación de Maestros del Uruguay (Ademu) decidió suspender las clases tras un incidente en el que una madre agredió físicamente a la directora, una maestra y una auxiliar de servicio de la Escuela n°55, situada en la intersección de José Belloni y Lisboa, en el barrio Maroñas. Además, solicitaron la intervención de la Policía en el centro educativo.
En ese marco, ADEMU emitió una declaración pública donde expresa su preocupación ante el creciente nivel de violencia en las escuelas y muestra su solidaridad con «las compañeras agredidas y con el colectivo de la Escuela en su totalidad».
En el comunicado, ADEMU reafirma «su repudio a toda forma de violencia», subrayando el alarmante incremento de estos actos en los contextos escolares, lo cual afecta no solo a los estudiantes, sino también a trabajadores y comunidades educativas. La organización remarca que la situación atenta contra «los derechos de niñas y niños, trabajadoras y trabajadores, y comunidades educativas».
ADEMU destaca que, pese a haber mantenido una entrevista con el Ministerio del Interior en la que se presentaron propuestas y «al igual que a la DGEIP en ámbitos bipartitos», estas no han sido tomadas en cuenta, lo que agrava aún más la problemática.
En relación a un reciente incidente de violencia en una escuela, la asociación denuncia la demora en la respuesta de las autoridades, señalando que entre «el llamado al 911 y la presencia del móvil policial en la Escuela» transcurrieron 35 minutos. Además, una vez en el lugar, «el personal policial tardó más de 60 minutos en intervenir» para controlar la situación.
Finalmente, ADEMU reitera su compromiso por una convivencia armónica en las escuelas, y propone la implementación de mesas de diálogo barriales, la participación de equipos multidisciplinarios, más recursos para porteros en los centros educativos y «mejor coordinación entre los diferentes organismos del Estado». El comunicado concluye enfatizando que «una mejor Educación es a lo que aspiramos, Maestras, Maestros, familias y comunidades educativas».
Una triple agresión. A la señora no le preguntaron ni el nombre. No fue procesada, no pasó nada. Más aún, le dijeron a la directora que se apurara a hacer la denuncia, porque si la agresora hacía la denuncia antes, la cosa se le complicaba a l adirectora y las docentes. El Ministerio del Interior, bien gracias.