Santos Miguel Inzaurralde Rodrigo nació el 5 de julio de 1925 en Minas (Lavalleja). Es conocido como el “Poeta de la Sierra” debido a que su obra fue dedicada casi entera a la tierra donde nació.
Gran parte de sus poemas, centrados en temas folclóricos, fueron musicalizados por Santiago Chalar (1938-1994). Entre sus poemas más conocidos se encuentran: “Vengo de Minas” y “Minas y abril”.
Fue creador, junto a su amigo Carlos Paravis, del Festival Minas y Abril. Este evento cultural convoca año tras año a miles de personas en el Parque Rodó de la ciudad de Minas. Los fondos que se recaudan en esta celebración son destinados al Hospital Público Dr. Alfredo Vidal y Fuentes.
Santos Inzaurralde fue reconocido por su obra en múltiples oportunidades, tanto a nivel nacional como internacional. Entre los premios que recibió se destacan el Disco de Oro junto a Santiago Chalar y el Premio Morosoli de Oro (2010) en reconocimiento a su trayectoria. Asimismo, fue reconocido Ciudadano Ilustre por el Pueblo de Lavalleja (2011). También desarrolló una intensa actividad política como integrante del Partido Nacional; ocupó cargos de relevancia como edil departamental, director de la Casa de la Cultura de Lavalleja, secretario general de la Intendencia de Lavalleja y representante nacional (entre 1995 y 2000).
Inzaurralde vivió toda su vida cerca de la plaza Rivera de Minas, por lo cual se sentía muy ligado a esta plaza y de ella decía que era un «pequeño mundo verde que cuando abrimos los ojos la encontramos encarmada en los cerros, rebosante de flores, llena de niños, de alegría, de canto, de aprender allí las lecciones esenciales de la amistad, participar de todas aquellas inquietudes propias de la edad que me dieron así, a manos llenas, recuerdos, corazones y rostros que no olvido».
Muchos de ellos se fueron, muchos quedan, y en torno a ellos, la Plaza Rivera conserva la vieja fisonomía cuando aún no se había encarado la reforma realizada durante la Intendencia de Carlos María De Medina. En definitiva el espíritu de la Plaza Rivera se conserva en cada pájaro que vuela, en su canto, en cada flor. Recuerdo también la magia de los tablados, en Lavalleja e Ituzaingó, el «de los Bevilacqua» donde se ofrecían funciones extraordinarias que generalmente presidía Don Francisco Goenaga, un viejo carpintero de la zona. En otro tablado, es como si estuviera viendo a Mastrángelo con sus muñecos, a Carlitos Cardama, con su guitarra, las antiguas murgas. Es una película indeleble que está guardada en nosotros.»
Sus estudios primarios los realizó en la escuela Nº 8, al igual que otro laureado escritor Guillermo Cuadri.
Entre la finalización de la actividad escolar y el principio de la secundaria, comenzó a escribir sus primeras obras . El reconoce la influencia que ejerció sobre su obra el poeta Gustavo Adolfo Becquer.
Su obra se concentra en la niñez, la adolescencia, el hogar, la familia y la tierra, las sierras, el árbol, el pájaro, la flor, el río, la cañada, todo lo que conforma un escenario irrepetible.
Falleció en la ciudad de Lavalleja el 1º de marzo de 2013 a causa de una dolencia cardíaca.