Estamos encerrados en jaulas que nos protegen, nos controlan y nos limitan. Sentimos que son el espacio de libertad de nuestros deseos, pensamientos y acciones: pero allí somos tanto reyes como esclavos. Son jaulas reales pero también tenemos rejas intangibles donde vivimos construyendo nuestras seguridades. Desde ellas vemos a los otros en sus propias jaulas, interactuamos con el mundo y también somos observados detrás de otros barrotes. Algunas veces creemos que no hay rejas y que circulamos restricciones entre grupos, familias, países, trabajos o lugares. Sin embargo, todo nos aprisiona: desde nuestras edades, sexos, ideas o historias. No existe isla libre y abierta en este mundo. Pretendemos escaparnos de ellas buscando ventanas y nuevas realidades, pero siempre estamos entre rejas. Es la vida misma, la casilla limitada, y sólo agregamos nuestros miedos y realidades para sobrevivir y que también nos encasillan.
Adentro en la cueva sentimos que vivimos en la segura oscuridad y que existe la luz más allá de nuestros refugios seguros, en la fuga a algún mundo distante. Pero todo es jaula: la enseñanza o las ideas, el trabajo o la sociedad, y también las huidas y fugas a nuevos y distantes lugares añorados. La jaula somos nosotros pero es también la sociedad, los colectivos donde nos escondemos y que nos apoyan y que también estrechan nuestros pensamientos. Incluso son jaula la información de los medios de comunicación, la bebida como fuga de la realidad o los viajes hacia algunas utopías. Asumir todas las rejas y aceptar que vivimos en jaulas, resulta ser el desafío de la existencia. Ello, aunque nuestros refugios también nos contaminen y nos enfermen en la tarea de vivir, producir y convivir. Tal vez el asumir que no somos libres sea la única llave para poder aceptar el vivir encerrados entre paredes de barrotes que protegen y encierran.
La contrapartida es la de la libertad total, mental y física, ¡sin límites!, incluso para que nos puedan asesinar con los barrotes de la jaula que pretendíamos construir, algunos. Eso podría ocurrir como reafirmación de la Libertad total y absoluta, sin jaula pero con los barrotes accesibles. El ser humano, en si ya es limitado, ya «viene» con su jaula, por tanto eliminar jaulas es una acción contra-natura. Salut!