¡Hola amigos! ¿Cómo están? Soy Don Libro y como siempre quiero contarles algo muy interesante. ¡Bueno en realidad he venido a que me feliciten, ya que el pasado 26 de mayo fue el día del Libro Nacional! ¡Y como yo soy un libro uruguayo, fue mi día! Miren, les cuento un poquito cómo fue que todo esto sucedió.
El 4 de agosto de 1815, el sacerdote Damaso Antonio Larrañaga, le envió una carta al cabildo de Montevideo, proponiendo que como faltaban maestros e instituciones de enseñanza, buena cosa sería, crear una biblioteca pública bien provista de libros, para que allí, pudieran asistir los jóvenes y todos aquellos que estuvieran interesados en ampliar su saber.
En esos tiempos, Artigas estaba en el campamento de Purificación y el 12 de mayo, o sea 8 días después, envió una carta al Cabildo también, dando el visto bueno para la creación de aquella primera biblioteca pública. Para dotar a aquella biblioteca de los libros necesarios, se contó con muchas e importantes donaciones de las cuales nombraré solo algunas.
Una importante cantidad de libros fue donada por el Presbítero José Manuel Pérez Castellano, los padres Franciscanos también donaron e inclusive, el mismo Dámaso Antonio Larrañaga, aportó una vasta colección de libros de su propiedad. La primera biblioteca pública fue instalada en los altos del fuerte de Montevideo en la actual plaza Zabala.
Larrañaga fue su primer director y en la oratoria del día de su inauguración dijo: “Una biblioteca, no es otra cosa que un domicilio o ilustre asamblea en que se reúnen, como de asiento, todos los más sublimes ingenios
del orbe literario, o por mejor decir, el foco en el que se concentran las luces más brillantes que se han esparcido por los sabios de todos los países y de todos los tiempos.
Y son estas luces con las que el ilustrado y el gobierno, vienen a hacer comunes a sus ciudadanos.” Por resolución de Artigas, el 30 de mayo de 1816, los centinelas del ejército Oriental, usaron como santo y seña la frase (que después quedó como una de las frases de Artigas) “Sean los Orientales tan ilustrados como valientes”, como homenaje a la flamante inauguración de aquella primera biblioteca pública que fue fundada el 26 de mayo de 1816.
Hoy en día, aquella biblioteca se transformó en la Biblioteca Nacional y está en la órbita del Ministerio de Educación y Cultura. Sus objetivos son: Recopilar, conservar, acrecentar, procesar y difundir el patrimonio o hacer posible el acceso a él para todos los ciudadanos. El acervo actual de la Biblioteca Nacional, está constituido por aproximadamente 900.000 volúmenes de libros, folletos y publicaciones periódicas, nacionales y extranjeras.
Nuestro país ha elegido el 26 de mayo, día en que se conmemora el aniversario de aquella primera biblioteca pública, para homenajear al libro, singular protagonista de la cultura de todos los tiempos. Desde épocas inmemoriales, los libros nos han permitido preservar la cultura de los pueblos, acumular y transmitir los saberes construidos a través de las generaciones. Nosotros, los libros, hemos sufrido muchas transformaciones a través de los tiempos, pero no hemos perdido en nada la esencia que nos dio el origen: “La de oficiar de memoria de los pueblos”,
Hemos pasado de las tablas de arcilla y los grabados en piedra, pasando por los rollos de papiro y los códices medievales y hasta llegar a ser en el siglo XXI, en soporte digital.
Para terminar este sentido homenaje, les dejo un pequeño extracto las palabras de la Antropóloga francesa Michelle Petit, en una conferencia de IBBY, que es la International Board on Books for Young People, o sea, la Organización Internacional para el libro juvenil, quien en una conferencia titulada “Elogio del encuentro” (conferencia está que se encuentra en Google y que recomiendo leer) dijo: “…. Opino que tanto los niños como los adultos deben tener acceso a los libros, pues, la lectura es una vía por excelencia para tener acceso al saber, pero también a la ensoñación, a lo lejano y por lo tanto al pensamiento” Es por eso mis queridos amigos que siempre al despedirse, Don libro les dice: “Lean, lean, lean…”
¡Muy lindo Don Libro! Hermoso material informativo