El voto contra el derecho a la diversidad educativa

En esta semana la Udelar impulso que el Frente Amplio rechazara tanto el derecho a la educación virtual para los uruguayos como el derecho a la diversidad educativa. El proyecto de creación de la Universidad Virtual que hemos impulsado con el diputado Felipe Schipani, que fue acompañado con su firma por la Bancada de Diputados del Partido Colorado, apoyado por el Comité Ejecutivo del Partido Colorado, por el Presidente Lacalle Pou, el Ministro de Educación Da Silveira, el senador Manini, hasta en líneas generales por el expresidente Mujica y toda la Bancada de Diputados del gobierno, naufrago en el Plenario de la Cámara de Diputados ante el rechazo del Frente Amplio. Ello dado que se requerían mayorías especiales y no alcanzaban los votos de la Coalición Republicana, y la mayoría simple no alcanzó. A pesar del apoyo  de los informes favorables de la UTEC y la ANEP y de miles de uruguayos que firmaron la iniciativa a través  de la plataforma change.org por la Comisión de Apoyo a la Universidad Virtual, el proyecto no alcanzo a obtener las mayorías constitucionales que se requieren para la creación de un ente público. Pero lo que destaca no es meramente la dependencia de las posiciones de la Udelar en las acciones del Frente, que ha sido una realidad permanente, sino además que el accionar de sus diputados fue en contra de lo propuesto  en el programa educativo del FA. Allí en términos declarativo se proclama el apoyo a la expansión de la educación terciaria, la diversificación pública y la educación no presencial, pero sin embargo en los hechos y la realidad se rechazó la iniciativa que va en esa dirección. En concreto en términos prácticos nos encontramos que esas supuestas banderas electorales en las cuales se plantean objetivos e iniciativas futuras, no son orientaciones reales. El valor del Programa está puesto en entredicho, así como la atención a las necesidades de la gente.

En el Programa Electoral del Frente Amplio se plantea «generalizar la educación terciaria profundizando el acceso y la democratización del conocimiento, a través de promover la ampliación de la educación terciaria pública bajo los principios de autonomía y cogobierno». En este caso, se rechazó completamente la ampliación de la educación pública  bajo el enfoque de que el modelo debe ser exclusivamente bajo la gobernanza de cogestión de la Udelar. En tal sentido, no importan los fines educativos de democratizar y expandir la educación terciaria, sino exclusivamente si ello se hace a través de determinados medios y con la aceptación de la Udelar. Sin embargo, es llamativo que  el concepto de autonomía que se propone para la Universidad Virtual sea el mismo dado que ello está dado por el marco constitucional al proyectarse como un ente público sujeto al marco constitucional del artículo 222.  El eje de la diferencia se reduce a un tema de distribución del poder y una gobernanza en cogestión que no tienen las mejores universidades. Es un tema de medios y no de los fines educativos.

 El programa del FA refiere a «apoyar el desarrollo en el sistema terciario público de ofertas de enseñanza no presencial», pero de hecho se niega esa iniciativa de educación virtual, borrando con el codo lo que escriben. Tampoco votaron el Bachillerato Virtual, mostrando que un paradigma educativo obsoleto. Incluso con un proyecto de Ley que impone que se realice la evaluación y acreditación externa obligatoria de la calidad de la nueva  Universidad, que no tiene ni realiza la propia Udelar. También en su Programa de Gobierno se afirma potenciar  procesos de descentralización pero que al votar contra la creación de  la universidad virtual, claramente niegan dicha descentralización en tanto el mayor mecanismo para facilitar la regionalización de la educación a escala global han sido los modelos en red. La realidad no admite dos lecturas. El programa de gobierno es un papel vacío que no guía los actos del Frente Amplio, y sus diputados no lo toman en cuenta en la toma de decisión, sino que la posición está definida por el rechazo de la UDELAR contra el proyecto, fundamentalmente por su vieja intención de tener un carácter monopólico en la educación superior y de concentrar la enorme bola de recursos.

En síntesis mientras que en el discurso el FA está a favor de la educación virtual, en términos prácticos lo sigue rechazando en sus acciones. Tal como en sus 15 años de gobierno que lo limitaron. Pero la votación de los diputados permite identificar que lo relevante en sus decisiones no son los fines y objetivos de los uruguayos,  en este caso la democratización del acceso y el derecho a la educación terciaria, a la diversidad y a la educación digital, el poder, la hegemonía de la Udelar y su modelo de cogestión . Los medios por encima de los fines, y las propuestas como papeles sin valor es lo que queda en el aire.

Eco. Claudio Rama

Dr. ED; Dr. DER; Post. Dr

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