La salud mental y la dieta están vinculadas de la misma manera que el cerebro y el intestino, en una relación que tiene importantes consecuencias para el organismo. Es por ello que existen alimentos que pueden mejorar el estado de ánimo, agudizar la memoria y ayudar a que el cerebro funcione de manera más eficiente.
Uno de los fundamentos biológicos para entender esa relación tiene que ver con que el cerebro y el intestino tienen su origen en las mismas células del embrión y permanecen conectados a medida que el ser humano se desarrolla. Se comunican en las dos direcciones enviándole mensajes químicos. De hecho, entre el 90% y el 95% de la serotonina, un neurotransmisor relacionado con la regulación del apetito y otras funciones, se produce en el intestino.
Si la dieta no es saludable, el intestino se inflama y sufre las consecuencias de una mala alimentación. Esto influye en el desarrollo de la ansiedad, la falta de atención y en enfermedades como la depresión. Así, cuanto más cuidas tu alimentación y tu intestino, más cuidas tu salud mental, dado que existe una conexión directa entre la comida y el estado de ánimo que está científicamente comprobada.
Una reciente investigación publicada en el sitio web ‘The Food Tech’ sugiere que la alimentación impacta significativamente en la salud cerebral, y podría estar relacionada con cambios en los biomarcadores moleculares y la estructura del cerebro. El estudio encontró que ciertos patrones dietéticos, como la «dieta occidental», pueden alterar la microbiota intestinal, provocando inflamación y estrés oxidativo, lo que afecta la función cognitiva y aumenta el riesgo de trastornos mentales.
Los resultados mostraron que una dieta equilibrada se asocia con mejor salud mental, funciones cognitivas superiores y mayor cantidad de materia gris en el cerebro. También destacaron la necesidad de modificaciones dietéticas graduales, especialmente para quienes consumen alimentos muy sabrosos pero poco nutritivos.
Por último, los hallazgos de esta investigación subrayan la necesidad de aumentar la conciencia nutricional y fomentar hábitos alimentarios saludables en diversas poblaciones. Además, evidencian que una mala alimentación perjudica la salud física, además de la mental y cerebral.
Hay algunos alimentos que pueden mejorar la salud del cerebro. Los más comunes son: pescados grasos: ricos en ácidos grasos omega-3, como el salmón, la trucha y las sardinas, que son esenciales para la función cerebral y el desarrollo cognitivo. Frutos secos y semillas, como almendras, nueces y semillas de chía contienen antioxidantes, vitamina E y grasas saludables que mejoran la memoria y la concentración. Además, las frutas y verduras son muy beneficiosas, las más utilizadas son los arándanos y las frutillas. Las verduras de hoja verde, como la espinaca y la kale, son ricas en vitaminas y minerales esenciales para la salud cerebral.
Además, también se recomiendan granos enteros: la avena, la quinoa y el arroz integral proporcionan una liberación constante de glucosa, lo que mantiene el cerebro con energía durante todo el día. A ellos hay que añadir especias, como la curcumina, que es un potente antioxidante, presente en diferentes tipos de curry. Finalmente, antes de consumir cualquiera de estos alimentos para esperar un resultado puntual en tu organismo es necesario pedir la asesoría de un nutricionista especializado en el área.