Los docentes empoderados por la inteligencia artificial

En el contexto de la innovación tecnológica de la inteligencia artificial, los docentes se deberán transformar en guías, mentores o coach de los estudiantes para facilitar los aprendizajes.

Con la irrupción de recursos del aprendizaje como las plataformas, la programación informática educativa, los recursos didácticos digitales individualizados y los bot (aféresis de robot) acompañados de inteligencia artificial para procesar contenidos y estructurados como chat para a la vez ir aprendiendo, los docentes deberán pasar a cumplir funciones más creativas, de planificación de los aprendizajes, de asistencia individualizada tutorial o de curadores e integradores de los recursos de aprendizaje.

Con los buscadores tradicionales que a través de Internet o de redes cerradas recorren los diversos sitios automáticamente recopilando información, y especialmente con los nuevos buscadores además apoyados en IA, que en forma de bots–chat con programación informática y capacidad de aprender de la interacción con las personas, estamos frente a un cambio radical en las formas de acceder, procesar y seleccionar la información.

Ya antes de la irrupción de la IA, Google o Wikipedia se han transformado en fundamentales en las tareas docentes y permiten a los estudiantes tener más información que los docentes. El Google Academics incluso permite realizar la evaluación de los impactos de la producción académica en forma más eficiente.

La programación informática ha tomado el protagonismo en la enseñanza, y a medida que continúan mejorando los algoritmos de respuesta y análisis, con interlocutores disponibles on-demand para entregar los contenidos adaptados más oportunos requeridos por las personas en sus trayectorias personales de aprendizaje, la educación estará asociada completamente a la articulación de los docentes con estás tecnologías.

Con ello se transformarán en tutores para que los estudiantes puedan adquirir aprendizajes y tener recorridos con mayores oportunidades. La programación, como creación intelectual, y mucho más con IA, será la herramienta de uso más útil e importante de los docentes al aportar una superior capacidad de selección, depuración, jerarquización y organización de la información.

Son transformaciones digitales, que más allá del enorme impacto, y que aún están en fases preliminares, serán cada día más operativas, eficientes y precisas en el suministro de respuestas, tanto a estudiantes, docentes como a profesionales y organizaciones que estarán más apoyados en éstos sistemas de información. Todos tienden a compartir que la IA será incluso una ruptura y que abre una nueva fase en la transformación digital y en el cambio de los roles docentes en la tarea de orientar, motivar e inspirar a los estudiantes.

No estamos frente a una sustitución de los docentes por la IA y Bots, sino una nueva simbiosis entre hombres y máquinas; docentes y recursos de aprendizaje; ciencia y personas, que permitirá gestionar mejor el enorme y creciente volumen de conocimientos y de demandas de aprendizajes. Si en otros tiempos la dupla fue el docente con el aula, los libros de texto o guías didácticas, o incluso los simulares, hoy el trabajo de enseñar estará articulado además a los aportes que permite la inteligencia artificial de los bots y las plataformas interactivas adaptativas.

Así, más allá que la IA transformará los trabajos y el tipo de tarea de casi todos los profesionales, y con ello también la tarea de enseñar, el avance de estas nuevas líneas de la programación debe derivar en transformaciones en los perfiles curriculares y en las competencias de los egresados para insertarse a los nuevos entornos laborales en rápida transición.

Todos los profesionales dominantemente realizan diagnósticos sobre los cuales dan respuestas, diseños o soluciones, los cuales se realizan gracias a sistemas de información digitales que permiten procesar altos niveles de datos y con ello diagnósticos más científicos y precisos, y con ello obviamente de mejores respuestas a los problemas.

La acción de un médico respecto a una patología, o la respuesta de un arquitecto respecto a un diseño o un ingeniero sobre una obra, sólo son posibles con precisión y calidad con el uso de hardware y software cada vez más complejos que generan y procesan los datos e informaciones necesarias. La Inteligencia Artificial cambiará la forma de los diagnósticos y las tareas profesionales se transformarán.

Más allá de desaparecer y cambiar muchas de las tareas y profesiones, hay un incremento de las competencias requeridas para trabajar con la IA. Este es el cambio radical a introducir en la enseñanza y en las competencias de todos los profesionales incluyendo sin duda los docentes. La educación deberá centrarse para prepararse a las personas a actuar en el nuevo entorno laboral que serán de uso intensivo de mecanismos de “machine learning” y de inteligencia artificial en la interacción entre los hombres.

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