Es evidente que usamos los celulares de forma diaria para comunicarnos, informarnos, ver vídeos, escuchar música, hacer fotos y un sinfín de cosas más, en cualquier momento y en cualquier lugar. Esto ha generado una dependencia que se ha convertido en nociva para la salud, con afectaciones que derivan de la globalización y los avances tecnológicos que hemos vivido en el ámbito de la comunicación.
Una de las enfermedades que genera esto es la nomofobia, o miedo irracional a no tener acceso a un teléfono móvil o celular. Básicamente, es una forma de adicción tecnológica que puede manifestarse como una ansiedad intensa al estar sin el dispositivo. Este término, acuñado en 2009, describe la dependencia emocional y psicológica que algunas personas desarrollan hacia sus teléfonos inteligentes.
Es que tener la información y la comunicación a tan solo un “clic”, haciendo que nuestras vidas sean más fáciles y prácticas, ha generado una dependencia. De hecho, cada año aumenta el número de personas que poseen teléfonos inteligentes: actualmente se estima que 3,8 mil millones de personas son usuarios de estos dispositivos.
Este contexto de uso diario aceptado en nuestra sociedad tiene también sus consecuencias negativas; ha impactado negativamente en la salud mental y las relaciones sociales. Además, se ha demostrado que puede causar el desarrollo de otros trastornos mentales o de personalidad y problemas de autoestima. Esto afecta gravemente la felicidad o tranquilidad de las personas, especialmente en la población más joven.
Todo esto tiene un gran impacto en la salud general de la persona, además de repercutir negativamente en otros aspectos de la vida como el estudio y el trabajo al crear una fuerte dependencia del dispositivo, provocando distracciones constantes e incapacidad de mantener la concentración.
A nivel social ha demostrado afectar a las relaciones e interacciones entre los individuos, produciendo una distancia y aislamiento del mundo físico. Por ello es importante frenar el problema cuanto antes, poniendo en marcha un tratamiento de adicción al móvil para minimizar las consecuencias.
Dentro de los diversos síntomas que encontramos en personas que padecen nomofobia, los principales son los siguientes: usar regularmente el teléfono y dedicarle cada vez más tiempo; tener dos o más dispositivos y llevar siempre un cargador contigo; sentirse ansioso y nervioso ante la idea de perder el propio teléfono, no tenerlo cerca o disponible; uso continuado del móvil en lugares y situaciones en las que está prohibido su uso o es peligroso (conduciendo, caminando, en el cine o en el teatro, restaurantes), entre otros.
En cuanto a los tratamientos, la psicoterapia cognitivo-conductual es uno de los métodos más utilizados en la adicción a las nuevas tecnologías e internet y que han demostrado su efectividad para este tipo de trastorno. En este caso se trata de una terapia breve que incluye sesiones estructuradas y objetivos específicos donde tanto el paciente como el terapeuta tienen papeles activos.