El presidente Yamandú Orsi respaldó la decisión de cerrar temporalmente al público la Biblioteca Nacional desde este martes, una medida que la directora Rocío Schiappapietra ha calificado como respuesta a una «crisis estructural». Orsi afirmó que «lo entendió perfectamente», comparando la situación con otras bibliotecas y destacando el rol único de la Nacional como receptora de todas las publicaciones del país, incluidos diarios.
El mandatario explicó que la institución, que se ha nutrido de material físico durante un siglo, ha alcanzado su capacidad límite. Describió cómo la acumulación de vastas colecciones ha llevado a que los «pisos ceden», enfatizando que no es por negligencia, sino por una realidad impuesta por la historia y el volumen de material.
Orsi hizo hincapié en la necesidad de modernizar la Biblioteca Nacional y transformarla en una institución del siglo XXI, adaptada a los recursos y realidades de la era digital. «Hay que aggiornarse, hay que hacer una pausa para poder relanzar», sostuvo, comparando la situación con un «ser vivo que come, come, come, un día llega al límite». Mencionó como ejemplo a instituciones europeas que han tomado pausas de varios años para este tipo de transformaciones.
El presidente concluyó que la pausa es fundamental para ordenar el vasto material y encontrarle espacio. «Llega un momento donde ya no lo podés resolver, a menos que te tomes tu tiempo», afirmó. Subrayó que «el cierre no es un portazo», sino una decisión necesaria para «mirar futuro», encontrar una solución y asegurar que la Biblioteca Nacional siga siendo «un centro del conocimiento nacional».