El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro británico, Keir Starmer, anunciaron este jueves un nuevo acuerdo comercial bilateral que marca un giro significativo en la política arancelaria de Washington. El pacto, calificado por Trump como “innovador”, incluye la reducción de tarifas para los automóviles británicos, la eliminación de aranceles sobre el acero y el aluminio del Reino Unido, y un mayor acceso del agro estadounidense al mercado británico.
Desde el Despacho Oval, Trump celebró el acuerdo como “el primero de muchos” que planea firmar en medio de su cruzada por renegociar los términos del comercio internacional. “Este acuerdo representa miles de millones en nuevas oportunidades para los productores y exportadores estadounidenses, en especial del sector agrícola”, afirmó.
A cambio, Londres aceptará la entrada de carne vacuna y productos agrícolas de EE.UU., pese a las persistentes reservas de consumidores británicos respecto a sus estándares de calidad.
Starmer, por su parte, lo calificó como un “día fantástico e histórico”, recordando que la firma del acuerdo coincide con el 80° aniversario del Día de la Victoria Aliada en la Segunda Guerra Mundial. “Estamos logrando que el Reino Unido vuelva a liderar como socio comercial global”, dijo durante una visita a una planta automotriz de Jaguar Land Rover en los Midlands.
La reducción del arancel a los autos británicos del 27,5% al 10% representa un alivio importante para la industria automotriz del Reino Unido, mientras que la eliminación total de aranceles sobre el acero y el aluminio podría fortalecer su industria metalúrgica.
El pacto refuerza los lazos entre ambos aliados en un contexto de creciente competencia global y marca un posible precedente para futuros acuerdos entre potencias occidentales.