Once personas han fallecido y más de 20 han resultado heridas en Vancouver (Canadá) como consecuencia de un multitudinario atropello que ha tenido lugar durante la celebración de un festival callejero de la comunidad filipina de la ciudad, según han informado las autoridades policiales locales, que apuntan a un posible motivo relacionado con la salud mental del sospechoso.
El jefe interino del Departamento de Policía de Vancouver, Steve Rai, ha confirmado el nuevo balance de fallecidos y ha advertido de que la cifra de fallecidos podría aumentar en los próximos días debido a la gravedad de algunos de los heridos. «Hay víctimas de todas las edades (…). Este es el día más oscuro de la historia de nuestra ciudad», ha apuntado en rueda de prensa. El primer ministro en funciones, Mark Carney, ha afirmado durante un acto en Hamilton, Ontario, estar «desolado» por «lo que la Policía describe como un ataque de atropello con un coche» contra un acto «para celebraba la vitalidad de la comunidad filipino-canadiense». Carney ha sido quien ha informado de que hay 20 heridos.
La Policía ha explicado que el incidente comenzó en torno a las 20.14, hora local, del pasado sábado, cuando un vehículo arrolló a una multitud en este festival callejero entre la avenida 41 Este y Fraser, cuando miles de personas asistían al Festival Lapu Lapu filipino que se celebraba en un instituto y sus inmediaciones. La mayoría de las actividades se desarrollaron antes de la hora del atropello y dentro de las instalaciones del instituto, según la evaluación de riesgos previa de la Policía. Solo había una calle transitable cortada en la que se instalaron camionetas de comida callejera, la calle en la que se produjo el incidente. La evaluación no recomendó la instalación de barricadas.
El conductor del vehículo, un todoterreno Audi de color negro, acabó detenido poco después del incidente gracias a varios de los presentes, que lo retuvieron, según ha explicado Rai. En la primera rueda de prensa tras el incidente, Rai identificó al detenido como un hombre de unos 30 años, natural de la ciudad, conocido por las fuerzas de seguridad «bajo ciertas circunstancias». La Policía, no obstante, sí ha descartado que lo ocurrido haya sido un acto de terrorismo.