Los robots como interfaces de la IA en la vida social y laboral

La articulación entre los tradicionales robots mecánicos y la inteligencia artificial (IA), están implicando un cambio en la eficiencia y la utilidad de los robots, y coloca una nueva discusión en la articulación entre las máquinas y los hombres en el mundo del trabajo y la vida social. Hasta ahora, los avances en las máquinas y tecnologías en la historia, no han asumido formas antropomorfas. Sin embargo, el concepto de los robots, más literario que real, se concibió como una máquina antropomorfa con forma física similar a hombres o animales. Con la irrupción de la IA y su uso en máquinas como centro motriz, cambian los conceptos y los tradicionales robots. Ello replantea una discusión de la eficiencia de las formas antropomorfas de los robots como máquinas, frente a formas físicas diferentes y que por ende percibidas como herramientas mecánicas. Nadie siente que un cajero automático es un robot con IA ya que ni se mueve ni parece humano. 

Así, un eje de reflexión e investigación es sobre la eficiencia de formas antropomorfas de las máquinas con IA, especialmente en aquellas que interactúan con personas, como en los sistemas educativos. Sin duda, utilizar robots con formas antropomorfas en la educación se asocia a la propia IA que emula y replica la inteligencia humana. De hecho, construir robots con formas antropomorfas, facilita una mayor capacidad de interacción hombre-máquina, y sus caras, gestos faciales y movimientos al imitar el comportamiento humano, pueden generar una mayor atracción y compromiso de sus usuarios, incluidos los estudiantes, y con ello una mayor atención y participación en las actividades educativas. En relación a la facilidad de la comunicación, los robots antropomorfos conectados a la IA no sólo mejoran la interacción estudiantil por sus expresiones faciales y gestos humanos, sino que esta conexión emocional pudiera mejorar la comprensión de las instrucciones o información del robot. También se ha considerado que en entornos educativos la presencia de robots antropomorfos puede ayudar a reducir la ansiedad en algunos estudiantes. La naturaleza familiar de la apariencia del robot puede hacer una interacción más cómoda físicamente y menos intimidante. Las formas antropomorfas en los robots puede facilitar el aprendizaje social al proporcionar modelos de comportamiento más fácilmente identificables para los estudiantes. Sigman y Bilinkis (2023) en “Artificial” (Debate, 2023) analizan al robot Eliza como la primera muestra de formas de comunicación empáticas en la lógica de su programación. Por ello, todas las interacciones con la IA, sean formas en red como GPT o de robots como Sophie, se aprecia en sus parámetros de comunicación lenguajes empáticos que les facilita interactuar mejor en lo socio-laboral con las personas. 

La IA generativa se apoya en estructuras de lenguaje y funciona como una interfase informática en red, cubriendo un segmento de demandas y necesidades de apoyo. Sin embargo, otra interacción de la IA será mediada a través de robots con formas antropomorfas como máquinas para cumplir otras demandas humanas de trabajo, estudios, placer, seguridad, etc. En este sentido, ya actualmente la interacción de los hombres con la IA asume múltiples formas con muy diversos tipos de interfaces, fijos, más o menos móviles, antropomorfos o zoomorfos. Por ejemplo, la IA como relación hombre-máquina, se expresa en forma indirecta a través de un computador y conectada a la red, a través de un cajero automático conectado a un banco, o de un televisión conectado a Netflix, o través de un robot con formas antropomorfas para determinadas actividades que se considere que sean necesaria que asuma rasgos físicos similares a nosotros, o incluso bajo formas zoomorfas. 

Actualmente, la IA, tal como se aprecia en GPT, Claude o Bard, se soporta más eficientemente a través de una interfase en red no móvil, aunque ya ha ingresado a los celulares. Ella es aún más eficiente en actividades intelectuales de cálculo, análisis, diseño u otras de pensamiento abstracto o de información, donde el robot no es más eficiente ni eficaz. Actualmente más allá del viejo paradigma de una sustitución de los trabajos manuales, la situación es a la inversa y estamos frente a una sustitución y complementación, de los trabajos intelectuales. Ello por cuando la articulación IA y robots, o sea formas híbridas digitales y mecánicas, carecen de la ductilidad y flexibilidad necesaria por el bajo desarrollo de la robótica o mecatrónica. Sin embargo, la IA y la robótica, pronto alcanzarán niveles de interacción simbióticas que les permitirá realizar mejor tareas físicas humanas. Ello está mejorando al estar la IA entrenándose sus movimientos con robots. Igualmente faltan mejores niveles de conexiones entre lo digital y lo mecánico o biológico, conectividad superior, potentes redes de 5G de banda ancha y más rápidos procesadores. Cuando ello se alcance, la disrupción de la IA será mayor en el mundo laboral y educativo, y tendremos robot inteligentes, incluso planteando desafíos a los actuales empleos docentes. 

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