La última dictadura cívico-militar que comenzó el 27 de junio de 1973 significó un congelamiento y un retroceso en todas las áreas sociales. Y entre proscripciones, exilios y censuras, también lo fue así en el ámbito de la cultura.
Sin lugar a dudas el golpe de Estado del 27 de junio de 1973 golpeó fuerte a la cultura artística uruguaya montevideana que desde hacía una década venía demostrando su descontento con la política que estaban llevando los gobiernos de la época.